Mucho del episodio tres de la serie Halston a través de Netflix nos cuenta el proceso a través del cual se gestó el perfume que lleva el nombre del diseñador; no fue un proceso sencillo y la decisión al final estuvo impregnada de la visión que el diseñador tenía para un producto de este tipo. El perfume fue lanzado en 1975 y aquí le contamos la historia.
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Según la serie de Netflix, Halston; -dirigida por Ryan Murphy-, el diseñador se inspira para crear el envase de su perfume, en un pendiente diseñado por la modelo Elsa Peretti (1940-2021) - que más tarde se convertiría en diseñadora de joyas-. La forma inusual del accesorio, que asemejaba a una especie de botella torcida, detonó la mente creativa del diseñador que le pide a la modelo fabrique un envase de vidrio, e inclusive Halston se involucró en el proceso visitando a varios fabricantes de vidrio con el fin de lograr -lo que él pensaba- sería la botella perfecta.
Según Los Angeles Times, fue cierto que Halston se inspiró en el diseño de Peretti, pero la realidad es que la forma caprichosa del pendiente no fue creación de la modelo, que encontró caminando en un mercado de pulgas de la ciudad de Nueva York un pequeño florero con esa apariencia irregular y le pidió a un orfebre español que le hiciera una réplica en plata; ósea que si bien Halston se inspiró en el pendiente de Peretti; el diseño era una copia de un objeto encontrado por casualidad en un sencillo mercadillo.
La serie menciona que como compensación Halston le pagó a Peretti con el uso de un departamento; pero la realidad es que le dio a escoger entre $25,000 o un abrigo de martas cibelinas; no queda claro qué fue lo que la modelo aceptó.
El documental describe que el proceso de negociación para la definición del envase entre Halston y los ejecutivos de Max Factor -que eran propietarios de la marca- fue duro, por decirlo elegantemente y la realidad es que así sucedió; ya que a pesar de ya no ser el propietario Halston impuso su visión a pesar que por la forma irregular del envase la fabricación en serie se hacia mas complicada y más costosa; pero para Halston su perfume era una obra de arte y no el producto "de tipo masivo"; que se trasladó también a intensas negociaciones respecto a la campaña publicitaria para el lanzamiento.
Después de agotadoras negociaciones, el producto fue lanzado en el año 1975 y las ventas dieron la razón al diseñador; el perfume se convirtió en el más vendido de Norteamérica los dos primeros años, alcanzado la nada despreciable cifra de $85 millones en ventas. Los ejecutivos de Max Factor no tuvieron argumentos para discutir con el diseñador, y cuando se lanzó la versión masculina de la fragancia simplemente acataron las decisiones; las ventas respaldarían el carácter volátil y temperamental del diseñador.
6 años después del lanzamiento -1981- la versión femenina del producto seguía liderando las ventas con $33 millones de dólares. El perfume lideró el top de las fragancias más vendidas por casi una década.