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Homenaje a la pasta a La Carbonara
24 de abril 2022
Tiempo de lectura: 2 minutos
La pasta es uno de los alimentos mas populares del mundo y se consume de muchas maneras: a lo Alfredo, al Pesto, a la Bolognesa, con frutos del mar, etc…la lista puede ser eterna y nos podemos quedar horas enumerando las variedades, pero lo que si podemos hacer y de manera muy rápida es asegurar que la pasta a la Carbonara es una de las formas de comerla que más adeptos tiene en el mundo. Del origen de este plato se tejen varias teorías y nuestra curiosidad nos llevo a indagar un poco en el pasado de esta receta favorita de millones. Con seguridad se sorprenderá:
Son pocas las personas que no caen rendidas frente a un plato de pasta, y es que son muchas las maneras en las que se puede preparar este suculento manjar -nos podríamos quedar horas enumerándolas- y entre todas ellas con toda seguridad la pasta a la Carbonara es una de las versiones con más adeptos, pero lo cierto es que la comemos sin tener la menor idea del origen de la receta y de que manera llegó a nuestras mesas.
La versión más común y popular respecto del origen de la pasta a la Carbonara se deriva de la de la misma palabra que proviene de carbone que en italiano significa carbón y que hace referencia a la manera de preparar la pasta por los trabajadores dedicados a la elaboración del carbón vegetal, llamados carbonaire y que en los Apeninos preparaban la pasta cuando ésta se encontraba muy caliente, mezclándola con huevos frescos y tocino.
Otros más poéticos señalan que el nombre a la Carbonara se deriva del hecho que en la elaboración del plato se utilizaba pimienta negra, que de alguna manera hacia recordar al polvillo del carbón.
Investigadores también aseguran que la primera referencia de esta recera figura en el libro Cucina teorica-pratica, escrito por Ippolito Cavalcanti (1787-1859) en 1839 y que antes de esa fecha no existen registros previos.
Pero aún no hemos terminado, existen más versiones respecto del origen y una de ellas proviene de una sociedad secreta revolucionaria italiana, llamada La Carboneria, fundada en Nápoles a principios del siglo XIX y que promovía ideales patrióticos y liberales. Sus integrantes, los carbonarios, se reunían secretamente en las montañas y solían preparar platos con los ingredientes que tenían más a la mano: huevos, queso de oveja y pasta.
Según algunos expertos la carbonara también podría ser una evolución de otra receta también muy popular entre los carbonarios: caho y ovo es decir "pasta con queso y huevo", que preparaban para matar el hambre en sus reuniones clandestinas y a esta receta original le agregaron tocino: "voila la carbonara había nacido".
Muchos acuciosos historiadores de la gastronomía aseguran que el origen de este plato puede ser encontrado en plena Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas británicas cansadas de comer los típicos huevos fritos con tocino, solicitaron una nueva receta, pero eran tiempos de guerra y como dice el refrán “la novia no está para tafetanes”, y así a algún cocinero de tropa, se le ocurrió dejar de freír huevos, para mezclar huevos frescos, tocino frito y pasta muy caliente.
Los norteamericanos también dicen ser los inventores, -lo cual no les cae nada en gracia a los italianos-, señalando que Ancel Keys (1904-2004), biólogo y fisiólogo inventó la receta en 1942 para alimentar con un plato balanceado que les diera energia en el frente de batalla a las tropas, a la cual denominó “Ración K”, que no era otro que la pasta a la carbonara.
Como pueden ver son tantas las versiones respecto del origen que no se puede asegurar cual es cierta y cuál fruto de leyendas, lo cierto es que la pasta a La Carbonara es un plato muy difundido y a pesar de lo simple que pueda parecer requiere de paciencia y técnica.
La receta más tradicional señala que La Carbonara se refiere a pasta cuya salsa se elabora a base de guanciale o panceta, queso de oveja, huevos y pimienta negra molida que, en contacto con el calor de la pasta, se cuece, y envuelve el plato de una suave crema.
Los más ortodoxos señalan que la pasta a la carbonara solo se puede comer con spaguettis, pero la realidad es que hoy se consume con pasta corta, como tornillos, o pastas largas como tallarines, respetando evidentemente los tiempos de cocción de cada tipo de pasta.
La realidad es que sin importar que tipo de pasta se utilice, disfrutar de una salsa a La Carbonara es siempre motivo de fiesta y si además se acompaña con un buen tinto, de preferencia Syrah, tiene un festín asegurado.
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