Hace 13 años el diseñador Yves Saint Laurant (1936-2008) ya no está entre nosotros pero su nombre se mantiene intacto en el universo de las marcas de lujo; y es que Saint Laurent dejó un legado que trasciende inclusive a su presencia física.
La historia de este genio creador es realmente apasionante y se puede empezar a contar desde sus primeros años en su natal Orán - Argelia, pasando por su trepidante triunfo en París durante los años sesenta y setenta y luego su consolidación en el competido mundo de la moda mundial en años posteriores.
En cada una de estas etapas Saint Laurent dejó muy claro que era un diseñador diferente, con una capacidad infinita de lograr inspiración de los objetos más inesperados y una muestra de esto es el afamado vestido Mondrian una muestra magistral de como fusionar dos conceptos diferentes, el arte y la moda, a través de un resultado único, innovador y diferente.
Para contar la historia del vestido Mondrian tenemos que viajar mentalmente a París en 1965. Yves Saint-Laurent de 29 años tenía su propia casa de costura -fundada con el respaldo de su amigo y compañero sentimental Pierre Bergé (1930-2017) lo cual fue un estímulo para Saint-Laurent para volar solo tras salir abruptamente de la casa Dior y estar por meses hospitalizado por una muy seria crisis nerviosas durante el servicio militar.
A Saint-Laurent y Bergé además de la moda les fascinaba el arte y para su casa de París habían comprado por esa misma época un cuadro del pintor holandés Piet Mondrián (1872-1944); que fue la inspiración que despertó la creatividad.
Saint-Laurent decidió aplicar el neoplasticismo de Mondrian a un diseño minimalista típico de la moda de su época. No era la primera vez que alguien se inspiraba en el pintor holandeses para un diseño, ya lo había hecho Lola Prusac (1895-1985) diseñadora de la casa Hermès para lanzar unas carteras; pero Yves Saint-Laurent dio un paso más allá y plasmo el arte de Mondrian en un vestido; algo que nadie nunca había hecho.
Muchos piensan al ver el vestido Mondrian que Saint-Laurent simplemente pasó el cuadro a la tela; pero ese es un error típico: el vestido Mondrian es una pieza de Alta Costura elaborada en tejido de punto teñido en tres colores básicos distintos, que luego se unirían de tal manera que parece que no tuvieran costuras. Lo que suena muy sencillo es más complicado de lo que se imaginan, pues requiere habilidad y sobre todo precisión; un solo error en la unión de los tejidos tiraría por la borda el efecto que Saint-Laurent quizo crear.
En la simpleza del vestido está la perfección, pues sin plumas ni bordados se alcanzó una obra maestra a través de la combinación de colores primarios algo muy poco usual en la muy sofisticada Alta Costura francesa.
La combinación de colores y la ausencia de costuras no es la única característica que hace especial al vestido Mondrian, otra característica magistral es el corte; se trata de un vestido sin mangas, recto y sin corte en la cadera que era un anuncio de la moda que imperaría en el mundo; que resalta con su técnica modernista el cuerpo suelto y no ajustado que profetizaba una moda más libre y espontánea.
Inmediatamente el vestido Mondrian fue lanzado al mercado, otras casas de costura vieron en el arte una fabulosa fuente de inspiración; así surge toda una tendencia llamada Pop Art y esta moda psicodélica propia de los sesenta inspirada en artistas como Andy Warhol (1927-1985), Jacskon Pollock (1912-1956) o Roy Lichtenstein (1923-1997), se vuele el símbolo de la época.
Saint-Laurent volvería a recurrir al arte para futuras colecciones como lo hizo con este movimiento en distintas colecciones, como lo hizo con Vincent Van Gogh (1853-1890) o Georges Braque (1882-1963) y no fueron vestidos solo para las pasarelas, los vestidos salieron a las calles que es donde realmente se dicta la moda.
El vestido Mondrian se convirtió en todo un símbolo. La revista Vogue Francia le dio en su edición de septiembre la carátula y hasta Barbie tuvo su vestido Mondrian. Era muy común ver en la calle a mujeres utilizando el famoso diseño, pero lo cierto era que todos eran falsificaciones ya que del vestido Mondrian sólo ser hicieron ocho piezas. Una de éstas ocho piezas fue subastada hace unos años alcanzado la cantidad de $27,720 dólares.
Los vestidos Mondrian hoy están expuestos en diferentes museos alrededor del mundo; por ejemplo el Metropolitan Museum (Nueva York), el Victoria&Albert (Londres), el Rijskmuseum (Amasterdam) o el Kyoto Costume Institute, en Japón.
En 1966 Coco Chanel (1883-1971), que se sentía la reina de la moda mundial y no era muy dada a elogiar el trabajo de los demás reconoció que su heredero natural era Yves Saint-Laurent y no podemos estar de acuerdo.