Dos mujeres han irrumpido este domingo 28 de enero en el museo del Louvre de París y han vandalizado el célebre cuadro de la Mona Lisa. Las mujeres arrojaron una sopa de color naranja a la inmortal obra de Leonardo Da Vinci (1452-1519) que data del siglo XVI. Afortunadamente, La Gioconda se encuentra protegida por un cristal blindado que ha impedido que se dañe la pintura. "¿Qué importa más? ¿El arte o el derecho a la alimentación sana y duradera? Nuestro sistema agrícola está enfermo", aseguró una de las participantes durante la acción vandálica. ¿Pero el cuadro que culpa tiene?

 

La acción duró cerca de dos minutos y quedó registrada a través de los teléfonos de los incrédulos asistentes. Las activistas traspasaron el cordón que separa el cuadro de Leonardo da Vinci del público y mostraron unas camisetas con lemas reivindicativos.

Los actos tuvieron lugar a las 10:00 de la mañana del domingo 28 de enero. El grupo detrás de la acción vandálica se llama Riposte Alimentaire.  Rápidamente, empleados del Louvre, el museo más visitado del planeta, colocaron unos paneles negros para evitar que el público filmase la escena, la idea era no humillar más a la pobre Mona Lisa, que no tenía un pañuelo para limpiarse la sopa. La sala que acoge la obra maestra de Da Vinci fue inmediatamente evacuada para iniciar las tareas de limpieza.

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La organización ha reivindicado el acto vandálico en redes sociales. Los activistas han exigido "el establecimiento de una seguridad social alimentaria sostenible" y denuncian que "una de cada tres personas se salta las comidas por falta de medios" en Francia mientras que "se desecha el 20% de los alimentos producidos". La causa puede ser justa pero ¿porqué vandalizar la obra de arte más famosa de la tierra?.

La famosa obra ha sido objeto de varios incidentes de vandalismo a lo largo de los años. Uno de los más destacados ocurrió en 1956 cuando un visitante le roció con ácido, algo que dañó parte de la pintura en la parte inferior. Sin embargo, los restauradores lograron corregir los problemas derivados del ataque con éxito.

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En 2009, una mujer rusa lanzó una taza de cerámica contra la pintura, pero no causó daños significativos. También ha habido intentos de arrojar sustancias a la obra, pero las medidas de seguridad y la protección del cuadro han evitado daños graves en la mayoría de los casos. La última ocasión en la que un ataque contra la Mona Lisa tuvo éxito fue en mayo del 2022. En aquel entonces, una mujer lanzó una tarta a la pintura.

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Las razones de los ataques son diversas, pero es solo desquitarse con un objeto que culpa, responsabilidad, o solución a los problemas que los vándalos desean resolver no tiene ninguna.