Para muchos llevar el almuerzo a la oficina desde casa es una labor cotidiana y una manera de ahorrar dinero, pero se puede convertir en algo totalmente diferente si se decide utilizar la bolsa para sándwiches que Louis Vuitton ha lanzado, diseñada por Pharrell Williams-1973 y que cuesta más de US$ 3.000.

El productor discográfico y hoy diseñador Williams, quién fuera nombrado director creativo masculino de la casa de moda de lujo francesa en febrero del año pasado, aparentemente se inspiró en la clásica bolsa de papel para sándwiches, esa que usan millones de personas, reimaginándola como un accesorio de alta costura.

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En lugar de utilizar papel, el gran bolso de mano, que hizo su debut en la pasarela en el Pont Neuf de París en junio pasado y ya está en las tiendas. El bolso está fabricado en cuero, en un color que se asemeja a la bolsa de la cual se inspiró, y tiene marcado en azul las letras clásicas de la marca. 

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Es evidente que las comparaciones se han dejado sentir, ya que la bolsa se puede doblar exactamente como se doblan las bolsas de papel con el almuerzo, o las que utilizan los repartidores, con la finalidad de mantener seguros los sándwiches.

Y no solo las comparaciones sino las críticas, y es que a pesar de ser una pieza innovadora muy imaginativa, inspirada en un objeto de uso diario, nadie cree que alguien la comprará para llevar en ella sándwiches, y si la compra es muy poco probable que tenga que ir a trabajar a una oficina a las 8:00 am, y tenga que tomar el Metro, para llegar a tiempo.

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Para muchos es una exageración absurda de la marca y resulta hasta una burla para con los millones de trabajadores que todos los días en todas las ciudades del mundo se desplazan con sus bolsas de papel llevando su almuerzo para cumplir con una jornada de trabajo de 8 horas.

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Los defensores de la marca señalan que así es la moda, y que se inspira en objetos de uso cotidiano; y la verdad es un poco cierto, ya que aquel que decida gastar los $3130 dólares que cuesta, pues está en todo su derecho, y si le parece "cool" llevar un accesorio, que pareciera un objeto común y corriente, es una cuestión personal. 

No es la primera vez que la marca de lujo francesa se inspira en objetos de uso diario, que no cuestan casi nada, para lanzar una versión de lujo de los mismos. En el 2007 por ejemplo lanzó unas bolsas muy parecidas a las que se consiguen en los mercados populares del mundo entero, elaboradas en rabia; y se vendieron como pan caliente a precios para nada económicos.