Hoy es natural ver en las principales ciudades del mundo el símbolo de Starbucks, y ver el logo de la marca por calles y plazas no nos sorprende ni nos causa extrañeza; Starbucks es parte hoy de nuestro día a día, pero lo cierto es que esta marca y su sirena han cambiado para siempre nuestra forma de tomar café.
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Diariamente millones de personas entran a cualquiera de los más de 30,000 Starbucks alrededor del mundo y todos salen llevando un vaso de cartón en las manos. Los vasos de Starbucks se han convertido en un símbolo de nuestros tiempos y un recordatorio permanente de que la marca es mucho más que una marca, hoy es parte de nuestra cultura, de nuestros hábitos y eso hace que el vaso de cartón de Starbucks sea el empaque más poderoso del mundo.
Son 5 billones de vasos de café que se venden al año. 5 billones de vasos que le dicen al mundo que son mucho más que sólo un vaso de cartón. El logo en color verde cuenta una historia, la historia de cómo la gente a convertido la marca originaria de la ciudad Seattle, en una marca universal.
La historia de cómo un vaso de cartón se ha convertido en el contenedor portátil más famoso del mundo es curiosa; y es que antes de hablar del vaso debemos hablar de pechos, así es pechos, de "tetas", senos, “bubbies”, puntualmente los senos de una sirena con dos colas. ¿Sirena con dos colas? eso no existe… realmente tampoco las sirenas, o por lo menos nunca hemos visto una, y realmente para nuestra historia poco o nada importa si existen o tienen una dos o tres colas. Lo importante es que en este caso hablamos de sirena en "topless" con dos colas.
En 1971, Starbucks una tienda de café ubicada en el Mercado de Pike Place en el centro de Seattle buscaba un logo; un logo que encarnara la vida en contacto permanente con el mar, un reflejo de la ciudad donde el café estaba ubicado. Los tres socios fundadores contrataron a un consultor de nombre Terry Heckler, un egresado de la Escuela de Artes la Universidad de Carnegie Mellon para que diseñara el logo. Heckler para lograr el mejor resultado posible, se puso a investigar en antiguos libros de temas marinos, se sumergió en bibliotecas, revisó mapas antiguos y así creo un logo inspirado en una escultura nórdica del siglo 16 realizada en madera: una sirena con dos colas.
La sirena tenía un toque exótico, pero adicionalmente exhibía con alegría y libertad sus senos. A los dueños de Starbucks el logo les encantó, les pareció que una sirena en "topless", era igual de sugestivo como el café. Al inicio Starbucks sólo vendía exóticos cafés en grano para moler en casa; pero la marca fue creciendo y de café en grano pasaron a vender café preparado y la marca empezó a crecer, el logo se volvió más visible al punto que se tuvo que colocar en los camiones de reparto que surtían a las tiendas, el efecto fue un tanto diferente al imaginado, ya que al ampliar el diseño para los camiones se veían dos inmensas "tetas", lo cual dejó de ser sugestivo, para convertirse en algo vulgar. El problema se solucionó haciendo que el peinado de la sirena cayera discretamente sobre los pechos de la sirena.
En 1987 Howard Schultz (1953) compró la empresa a los tres socios originales y modificó una vez más el logo, ubicando a la sirena en el centro de un círculo verde, el sello perfecto para el vaso de cartón. El color verde fue introducido para proyectar la idea de frescura y calidad del café.
El resultado del logo en el vaso se convirtió en un ícono casi de inmediato. Bryant Simon (1961), autor de “Everything but the Cofee: Learning About America from Starbucks” cuenta como al inicio de la operación de Starbucks en Nueva York, los ejecutivos jóvenes de Madison Avenue solían gastar $5 en un Latte de Starbucks y luego de tomarse el café recargarlo con el café de la oficina durante toda la semana, para que las personas pensaran que consumían diariamente estas bebidas. Querían que las personas los vieran sosteniendo el vaso de café, como un símbolo de status y modernidad.
En 1992 el logo sufrió un nuevo cambio. Se le dio a la sirena un "close up" con lo cual desapareció para siempre el ombligo del diseño. El actual logo de Starbucks fue lanzado en el 2011 como parte del cuarenta aniversario de la marca. En este nuevo diseño se suprimió la palabra Starbucks y se conservó sólo a la sirena de blanco en un fondo verde. Que tan seguros estaban en la casa matriz de que la imagen de la sirena era suficiente fuerte como para reconocer a la marca con sólo verla. Pues estaban en lo correcto; la sirena en topless es hoy un símbolo de nuestro tiempo y parte de nuestra cultura y lo que es más importante el vaso así hoy no queramos reconocerlo nos sigue haciendo sentir que pertenecemos a un grupo especial, el grupo de los que estamos dispuestos a pagar tres veces más por un café para vivir la experiencia de comprarlo en Starbucks, y debo reconocer que yo soy uno de ellos.