Son solo doce capítulos que componen esta producción de Antena 3, transmitida ahora también por Netflix. Una historia ambientada en la España del Siglo XVIII, donde en un mundo de intrigas palaciegas, diferencias de clase, lujuria y bajas pasiones, surge un amor "imposible" entre una joven cocinera y su aristocrático patrón. "La cocinera de Castamar" es una muy lograda serie histórica con el toque perfecto de erotismo que la hace aun más interesante. Nos trajo a la memoria la serie francesa "Serie Rosa", que escandalizó a los televidentes durante la década de los ochenta.
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Fernando J. Múñez-1972, madrileño de pura sepa, empezó a escribir casi desde que se acuerda, a los 14 años ya escribía cuentos cortos y pequeños relatos, pero como dice el refrán "uno propone y la vida dispone"; y así la vida lo llevó por los caminos de la publicidad y el cine; afortunadamente en el 2019 logró cristalizar su pasión por la escritura, al lanzar su primera novela: "La cocinera de Castamar", y que gracias al impecable estilo de la prosa, la muy detallada descripción de los personajes y de la sociedad en la España del Siglo XVIII, capturó de inmediato la atención de los lectores y al poco tiempo la de los ejecutivos de Atresmedia que decidieron convertirla en una serie.
La serie fue estrenada en febrero de este año y concluyó con la emisión del último de los 12 episodios en mayo, con altos niveles de rating en España, casi dos millones de televidentes por capítulo, una cifra nada despreciable, tomando en cuenta que la televisión abierta compite con las diferentes plataformas de "streaming" entre ellas Netflix, que anda permanentemente a la búsqueda de nuevas series, y que debido al éxito en España decidió incluir en junio pasado a "La cocinera de Castamar" en su plataforma, donde como se esperaba sucedió exactamente lo mismo que en España, se convirtió en un éxito automático.
La historia da inicio en 1719, cuando el Duque Diego de Castamar (Roberto Enríquez-1968) y su esposa Alba (Xenia Tostado-1981) pasean a caballo y celebran felices la noticia de que serán padres; pero un trágico accidente cobra la vida de Alba y sume al Duque en una muy fuerte depresión. Al poco tiempo de estos sucesos Clara Belmonte (Michelle Jenner-1986), una sencilla y educada joven, entra a trabajar a las cocinas del Ducado de Castamar, pero Clara guardaba un secreto: sufría de agorafobia, debido a un trauma y no podía estar en espacios abiertos.
En la cocina de Castamar se tejen toda una red de relaciones, las cuales giran alrededor del mayordomo Melquíades (Óscar Rabadán-1969) el ama de llaves Úrsula (Mónica López-1975), que como si se trataran de las fuerzas del bien y el mal generan bandos. A este micromundo ingresa Clara que debido a sus habilidades culinarias se gana la admiración de Don Diego: su madre, Doña Mercedes (Fiorella Faltoyano-1950), y su hermano adoptivo, el afrocaribeño, Gabriel (Jean Cruz).
Pronto a los personajes de la casa se se van sumando otros y así inicia el desarrollo de conflictos e intrigas, principalmente urdidas por Enrique de Arcona, Marqués de Soto (Hugo Silva-1977), que odia a Diego y ha echado a andar un plan para destruirlo, a través del apoyo de Sol Montijos, Marquesa de Villamar (Marina Gatell-1979), y la muy manipulable Amelia Castro (María Hervás-1987), pero de la trama no queremos contarles más, la idea es que la vean y disfruten de la historia.
De lo que si les contaremos es de como se gestó la producción de la miniserie. En julio del 2020, después del éxito en librerías de la novela de Muñez, Atresmedia Televisión y Antena 3 anunciaron que estaban preparando una adaptación para televisión de "La cocinera de Castamar" y que a cargo de la producción estaría Buendía Estudios -productora que es una sociedad entre Atresmedia y Movistar+-, contando además con la experimentada ayuda de Paco Úbeda, Jefe de Locaciones de Atresplayer para la selección de locaciones.
Úbeda las encontró principalmente en la fachada neoclásica del Palacio del Infante Don Luis (1765), en Boadilla del Monte, Madrid, de propiedad municipal, que es en la ficción el gran Palacio de Castamar, así como en los monasterios de Lupiana, en Guadalajara, y Uclés, en Cuenca.
Los planos aéreos responden al Palacio Real de Riofrío (1762), Segovia, propiedad de Patrimonio Nacional, y también sus bosques, pero lo que si no pudo encontrar era una cocina acorde a la época de la serie, ni tampoco el interior del palacio, por lo cual se construyó un set de 1,500 m2 donde no solo se dio vida a las zonas de servicio del palacio, y a las áreas sociales, donde la decoración estuvo a cargo de la muy experimentada Mercedes Canales.
Lo que si es real es el patio de la cocina, espacio donde discurren una buena parte de las escenas: el patio de la cocina de Castamar es en realidad La Cartuja de Talamanca, un edificio de tipo agrario construido en el Siglo XVII en la localidad de Talamanca de Jarama - Madrid, pero las tomas fueron tan bien logradas que no se logra percibir que se trata de locaciones diferentes, ya que los sets principales de filmación se encuentran a 63 kilómetros de esta localidad.
Otro factor muy importante del éxito de la serie ha sido el vestuario que es un verdadero regalo para los espectadores. Podemos ver corsés híper decorados y espectaculares faldas para las mujeres, combinadas con peinados y maquillaje. En cuanto a los varones, todos los aristócratas llevan tacones idénticos a los que se usaba en esa época.
La Jefa de Vestuario, Bubi (Isabel) Escobar, y su equipo no solo utilizaron trajes alquilados, sino que han confeccionado vestidos, que si bien eran hermosos y llamativos, también resultan bastante incómodos para las actrices, haciéndolas sufrir. La mayoría de los diseños están compuestos de corsés ceñidísimos con las inevitables cintas para lograr la cintura estrecha y el pecho aplastado que estaba de moda. Lo han confesado tanto ellas como ellos: "comer o respirar resultaba complicado después de cuatro horas de rodaje". Pero los espectadores agradeceremos el sacrificio cuando veamos las imágenes. Escobar ha sido también la responsable del vestuario en "El Ministerio del Tiempo" y trabajó en el estilismo de las películas "El reino de los cielos" (2005) y "Los fantasmas de Goya" (2006).
Ya lo sabe, "La Cocinera de Castamar" es una serie perfecta para maratonear el domingo, que evidentemente nos trae recuerdos de la no menos famosa "Serie Rosa" de mediados de los ochenta, ya que la serie de Atresmedia tiene un contenido erótico que podríamos calificar de "soft porn", que la hace más interesante, pero juzgue usted. Se le recomendamos, ojalá la pueda ver.
