Para rastrear la historia del sandwich mixto, pues tenemos que subirnos a la máquina del tiempo y viajar hasta la Inglaterra del siglo XVIII, donde nos encontramos a John Montagu, IV conde de Sandwich (1718-1792), que no fue quien lo inventó, pero a él le podemos atribuir el más claro antecedente. 

El conde Sandwich  además de ser miembro de la nobleza británica, trabajaba responsablemente para la corona como Secretario de Estado en la cartera de Relaciones Exteriores, pero en sus ratos libres era en un empedernido amante del juego, y cada vez que podía organizaba en su casa largas veladas (literalmente eran veladas, porque en esa época no había luz), donde se jugaba a las cartas hasta altas horas de la madrugada. 

Se cuenta que una noche, durante el marco de las negociaciones del Tratado de Aquisgrán, firmado en 1748 y donde Gran Bretaña y Francia fueron los principales negociadores, el conde Sandwich decidió que lo mejor para desestresarse “de tanto rollo diplomático” era organizar una noche de cartas, pero tanta fue su emoción por el juego que descuidó totalmente las coordinaciones para darle de comer a sus invitados, que no eran pocos.

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El personal de la casa decidió que lo mejor sería preparar alimentos que pudieran comerse en las mesas de juego, sin necesidad que los invitados tuvieran que desplazarse al comedor, ¿pero que preparar? la solución surgió un poco por la desesperación de darle de comer a una patrulla de ludópatas, y debido a la sugerencia del conde Sandwich, que pidió se cortaran dos delgadas rebanadas de pan sin corteza y se rellenaran con roast beef. El nombre que se le dio a esta preparación fue la de “sándwich”, que evidentemente pasó a la posteridad. Esa noche de juego febril, había nacido una de las preparaciones más populares del planeta, pero pasaría casi siglo y medio para que el  “sándwich” inventado durante una noche de juego se convierta en el popular sándwich mixto. 

La primera referencia que se tiene del sándwich mixto la podemos encontrar durante una entrevista realizada a Harry Stevens en 1924. ¿Quién era este personaje? pues el dueño de una cafetería al interior de un estadio de baseball en Nueva York, que hubiera sido totalmente irrelevante para nuestra historia, sino le hubiera comentado a un reportero del New York Times que en ese estadio desde el año de 1894 y mucho antes de la llegada del popular hotdog lo que se consumía durante los partidos eran ham and cheese sandwiches, y que esta costumbre duró por varios años, hasta que aproximadamente en 1909 hiciera su triunfal aparición la salchicha, desplazando inmediatamente a todo lo demás. Según Stevens en los Estados Unidos y a finales del siglo XIX ya se consumían en Norteamérica los sándwiches de jamón y queso. 

En busca de una referencia más formal viajamos al París de 1910, concretamente al restaurante “Boulevard des Capucines”, donde para esa época ya existía en la carta una versión del sándwich mixto como hoy lo conocemos, llamada Croque-monsieur, que se preparaba en pan de molde, jamón cocido y queso, por lo general emmental o gruyere, para luego ser calentado al horno, a la plancha o inclusive en una sartén. La gracia era que el queso se derritiera y al comerlo aparecieran esas deliciosas ligas de queso. De esta primera versión al poco tiempo apareció el Croque-madame, que era básicamente el mismo sándwich mixto, pero con un huevo frito en la tapa superior de pan. Dicen los expertos que el nombre hacia referencia a los grandes sombreros que utilizaban las mujeres parisinas durante la Belle Epoque, y es que el huevo coronando el sándwich daba la impresión de ser una gigantesca pamela (sombreros de ala muy ancha). Así pues la partida de nacimiento oficial de esta universal preparación podemos decir que puede ser encontrada en París.

Pero la historia no termina allí, para seguir descubriendo las raíces de este sándwich, de París debemos viajar a La Habana a la década de los 30, donde se vendían en cafeterías y restaurantes una versión idéntica al Croque-monsieur, a la cual se le empezó a llamar “sándwich mixto” por la combinación de sus dos ingredientes y que con el paso del tiempo fue “tropicalizándose”. Se le cambió el pan por uno alargado y crujiente llamado “pan cubano” y el relleno fue reemplazado por el muy popular jamón de pierna, salame y otros ingredientes (mayonesa, mostaza, pepinillos) que al final lo convirtieron en el hoy muy famoso “sándwich cubano”, pero esa ya es otra historia, de la cual nos ocuparemos en otra oportunidad.

En España el sándwich mixto hace su aparición en la década de los 50, cuando en Madrid y Barcelona se empezaron a abrir grandes cafeterías, con una decoración moderna que también debía verse reflejada en la carta. El mixto causó sensación, y es que acostumbrados los españoles a comer los tradicionales bocadillos, este sándwich de pan de molde con jamón y queso derretido era totalmente diferente. Curiosamente en toda España a este sándwich se le conoce hoy como mixto, menos en Barcelona y en toda Cataluña donde se le llama “Bikini”, esto en honor a una cafetería y sala de baile que fue la primera en venderlo. Si uno llega a Barcelona, entra a cualquier café y pide un Bikini no lo mirarán como si estuviera loco, le traerán un mixto crujiente a la mesa…provecho.

Portugal es otro país donde el mixto hizo su aparición por la misma época que en España, donde hoy se le conoce con Francesinha, en referencia a su origen francés,  pero a diferencia de la receta original a esta versión portuguesa se le añaden embutidos propios de la zona como roast beef de ternera o de cerdo, y se le acompaña con papas fritas y cerveza bien fría. 

Pero el mixto no solo ha triunfado en el hemisferio norte, en Chile por ejemplo es uno de los sándwiches favoritos, pero se le conoce  “Sándwich Barros Jarpa” en honor a Ernesto Barras Jarpa (1894-1977), académico y político chileno que frecuentaba el Club de la Unión de Santiago y donde le preparaban el hoy muy conocido Barros Lucos (bautizado en honor a Ramón Barros Lucos, tío de Ernesto), que era una versión similar del mixto pero en vez de jamón se preparaba con carne. A Ernesto este sándwich le encantaba pero le caía un poco mal y pidió se sustituyera la carne por jamón, fue tanto el éxito de esta sugerencia culinaria que se bautizó el mixto con su nombre.

En Perú, país reconocido por su variada gastronomía, el mixto es extremadamente popular y se vende en todas las cafeterías, pero a la versión francesa conocida como Croque-madame que lleva un huevo, se conoce como “mixto completo” donde la yema debe estar a la inglesa, es decir muy poco cocida, de modo que al cortarla baña el queso derretido y el jamón…una delicia.

El sándwich mixto se puede encontrar alrededor del mundo, y es el favorito de millones, por ser sencillo pero delicioso. La próxima vez que se coma un mixto ya sabe se está comiendo un “sandwich con curriculum”.