Durante los sesenta, una década de resurgir adolescente en el que las minifaldas de Mary Quant (1930-1923) y el Swinging London británico contrastaban con el estilo icónico clásico y elegante de Jacqueline Kennedy (1929-1994) en los Estados Unidos; una joven inglesa Penelope Tree-1949 seducía a los más importantes fotógrafos de la época, con un estilo muy diferente, un tanto chiflado, y una belleza  particularmente “rara”: ojos grandes, mandíbula afilada y cejas rectas.  La angulosa modelo se convirtió (evidentemente con el permiso de Twiggy) en un ícono de la moda en una década de cambios profundos.

 

Penelope nació en Londres en el seno de una muy tradicional y acomododa familia inglesa. Su padre Ronald Tree era un político conservador, heredero de una gran fortuna y su madre Marietta Peabody Tree, una muy "snob" norteamericana.  Penelope Tree vivió durante sus primeros años la típica infancia de una niña rica, con absolutamente todo a su disposición, pero también vivió las carencias emocionales de una niña a cargo de institutrices y niñeras, lo cual le conferiría en en su juventud una personalidad depresiva. 

 

Desde muy pequeña Penelope se sintió atraída por el mundo del modelaje, devoraba ávidamente las revistas de moda, soñando con aparecer en alguna, era consciente que su belleza no encajaba en el patrón de la época, pero eso no la aminalo y es así  cuando con solo 13 años, consiguió ser fotografiada por Diane Arbus (1923-1971), quién vio en ella a una modelo diferente, y con mucho potencial, desafortunadamente sus muy conservadores padres pegaron el grito en el cielo, y cortaron de raíz cualquier ilusión.

La negativa de sus padres respecto de dedicarse al mundo del modelaje, hizo que en 1965  Penelope tomara la decisión de mudarse a Nueva York a probar fortuna  y vaya que lo logró: un año después de su llegada a "La Gran Manzana", con 17 años recién cumplidos, la joven aspirante a modelo acudía a una fiesta en el Hotel Plaza de Nueva York, se trataba de nada más y nada menos que de la legendaria ‘Black and White Ball’ organizada por el escritor Truman Capote (1924-1984).

 

Penelope eclipsó todas las miradas a pesar de estar rodeada de las más rutilantes celebridades:  Andy Warhol (1928-1987), Mia Farrow-1945, Frank Sinatra (1915-1998), Marlene Dietrich (1901-1992) o la gran Greta Garbo (1905-1990). Ni bien hizo su ingreso al Plaza todos quedaron sin aliento al ver a esta desconocida jovencita con un vestido de punto elástico negro, cuello en v y cortes simétricos que no dejaban nada a la imaginación. Evidentemente su peculiar estilo y belleza no pasaron desapercibidos. Al día siguiente Penelope recibió la llamada de la que en ese entonces era la editora de Vogue, Diana Vreeland (1903-1989), quién le propuso ser la protagonista de un shooting a cargo de Richard Avedon (1923-2004)  y el muy joven David Bailey-1938; los grandes fotógrafos del momento. En ese instante, la carrera profesional (y sentimental) de Penelope Tree cambiarían para siempre.

 

Al poco tiempo de esta primera campaña, Penélope logró su anhelado sueño: estar en las carátulas de las más importantes revistas de moda del mundo, su extraño look generaba atracción y eran muchos los editores de moda, y los diseñadores que se la disputaban. Era la década de los sesenta, el mundo estaba cambiando, y la imagen de la modelo de belleza perfecta, estaba pasando de moda, era el momento de mujeres diferentes, de belleza con mucha personalidad, cosa que Penelope tenía de sobra.

La relación con el fotógrafo David Bailey no fue meramente profesional, se conocieron en  la histórica fiesta del Hotel Plaza, y empezaron a trabajar juntos. Poco tiempo después ambos iniciarían un intenso romance. El hoy legendario fotógrafo tenía 28 años y era considerado el mejor del Reino Unido, era famoso no solo por su talento sino por haber seducido a algunas de las mujeres más bellas del planeta, como Catherine Deneuve-1943, que era su esposa en el momento que conoció a Penelope.  Bailey quedó embrujado por la modelo británico, al punto que en 1967 toma la decisión de dejar a  Deneuve, para mudarse a Londres. Más de uno quedó con la boca abierta, ya que no se entendía cómo el fotógrafo dejaba a la bellísima actriz francesa  por esta extraña modelo; que evidentemente se convirtió en su nueva musa. 

 

La relación entre Penelope y David Bailey fue intensa pero muy tormentosa, las infidelidades del fotógrafo se hicieron cada vez más evidentes y la adicción de Penelope por la cocaína y sus desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia) también hicieron su parte. En 1972 luego de una noche de juerga, Penelope fue detenida por posesión de cocaína, y este hecho marco el principio del fin.

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En 1974 Bailey termina definitivamente con Penelope, hecho que sumió a la modelo en la más produnda depresión; sus desórdenes alimenticios aumentaron y esto unido a una enfermedad en la piel que llenó su cuerpo de cicatrices. Penélope Tree desapareció del mundo de la moda para siempre, se mudó a Sidney donde se casó con el músico Ricky Fataar, con quién tuvo una hija, Paloma; luego tendría un hijo más esta vez fruto de su relación con el australiano Stuart MacFarlane. Durante casi 50 años el mundo no volvió a ver Penélope.

En el 2019 Penélope volvió a causar revuelo al aparecer en las páginas de la revista W,  esta vez de la mano del extravagante fotógrafo Tim Walker-1970, artífice de algunas de las imágenes de moda más icónicas del último cuarto de siglo. En el 2018 y durante la fiesta del 80 cumpleaños David Bailey (ex pareja de Penélope),  Walker le propone a Penelope volver a posar, la ex modelo contesta inicialmente con un no rotundo, pero luego de pensarlo con detenimiento finalmente acepta, para la felicidad de Walker que preparó para ella un homenaje mediante la reproducción de las tomas más emblemáticas que ella hizo hace medio de la mano de Richard Avedon y el propio David Bailey. Walker definió el trabajo como “un acercamiento a la belleza de la edad”. 

 

Con motivo de esta inusitada reaparición; en el 2021, Penélope desfiló para Fendi en el Milán Fashion Week logrando total aclamación de la audiencia, y es que ella representa mucho de lo que fue el movimiento denominado Swinging London, un fenómeno cultural que puso a la capital inglesa durante la década de los sesenta en el epicentro del mundo. Una total revolución cultural impulsada por la juventud, que enfatizaba la modernidad y el hedonismo, características que dejaron huella en  la música con personajes cómo Los Beatles o Mick Jagger, y en la moda, de ka mano de Mary Quant -que acortó las faldas para siempre-, por citar algunos nombres. Penélope Tree es el retrato vivo de una época fascinante de profundos cambios y donde la mujer empieza a hacerse un espacio y deja de ser percibida como ama de casa; para salir al mundo a conquistarlo.