La marca española que la reina Isabel II prefiere
La reina de Inglaterra es quizás una de las consumidoras más exigentes del mundo. Su predilección por determinadas marcas es premiada con el Royal Warrant y de las 816 que tienen este galardón, sólo hay una de origen español. Se trata de los vinos de Jerez de la marca Harveys.
Sólo 816 empresas en todo el mundo cuentan con el gran privilegio de proveer de alimentos y bebidas a la reina Isabel II de Inglaterra; y de esas 816 marcas solo una es española. Se trata de Harveys, la marca de vino de Jerez, en inglés "sherry", de las Bodegas Fundador, pertenecientes al Grupo Emperador, ubicadas en Jerez de la Frontera, Provincia de Cádiz; y es la única que ha logrado entrar a las muy exclusivas despensas de la reina y su familia.
Desde hace muchos años la Casa Real británica publica el listado de las marcas preferidas por la reina y acreditan esta preferencia a través del sello denominado Royal Warrant, a través del cual éstas pueden decirle al mundo que el palacio de Buckingham les ha abierto las puertas.
No es reciente la preferencia de la reina Isabel II por esta marca y es que la relación de la Casa Real británica con Harveys se remonta a más de 100 años.Todo comenzó en el año 1796, en la calle Dinamarca en Bristol, agitado puerto comercial en el Reino Unido. Allí se constituye la compañía Harveys de la mano de William Perry, un importador de vinos que se especializó en la comercialización de los vinos de Jerez. En el año 1822, John Harvey, se une a él en el negocio y cincuenta años más tarde, junto a sus dos hijos, la compañía pasa a llamarse Harvey & Sons.
Tal fue el éxito de la compañía comercializadora de vinos que en 1895 la reina Victoria le concedió a la casa Harvey el título de Proveedor Oficial de la Casa Real Inglesa, un privilegio hasta se mantiene hasta hoy. Es por ello que en todas las etiquetas de los productos de la compañía Harveys figura el Royal Warrant, el escudo de la reina de Inglaterra.
Dentro de las variedades de Harveys es el Harveys Bristol Cream, de $10 la botella y de 750ml, el preferido de la casa real: fino, oloroso, amontillado, añejado en botas de roble americano, es todo un símbolo de los vinos de Jerez, y que según calcula la marca "cada seis segundos se consume una botella de Bristol Cream en el mundo". Con una graduación de 17,5 º en boca, resulta suave, cremoso y añejo, destacando la frutosidad del Pedro Ximénez. En Buckingham Palace se sirve como aperitivo en las salas de espera de las audiencias reales, pero también es un vino ideal para tomarlo como acompañamiento del postre, maridando especialmente bien con helados y quesos. Eso sí, debe servirse muy frío o incluso con hielo. Dese un gusto, cómprese una botella de Harveys y siéntase por un momento en el Palacio de Buckingham.