Durante el 2022, la ciudad de Venecia anunció que iba a introducir un impuesto turístico. Los viajeros se verían obligados a adquirir un billete prepago antes de ingresar a la histórica ciudad en las horas de mayor concentración de personas, esto como un intento  de reducir el hacinamiento, a determinadas horas del día y es que Venecia en determinados momentos es una auténtica procesión, donde resulta imposible caminar por sus calles o plaza, y un reto temerario intentar una fotografía.

 

El plan, que debía comenzar a aplicarse en junio del año pasado 2022 y luego desde enero de 2023, se ha ido retrasando a medida que el turismo a esta ciudad se recuperaba, después de casi tres años de restricciones, producto de la pandemia. Sin embargo la decisión ya se tomó, y la ciudad ha anunciado oficialmente que el plan de cobro se lanzará en la primavera de 2024, primero como un experimento de 30 días.

Cuando el impuesto se introduzca el próximo año, se aplicará a los visitantes que viajen sólo por un día a la "ciudad vieja" (que en determinadas épocas del año llegan a 120,000 por día); y es que existen muchos viajeros que llegan a la ciudad de los canales y consideran que en un solo día podrán ver los principales atractivos. Aquellos turistas  que viajen directamente a las "islas menores" como Burano y Murano no tendrán que pagar, y los locales y los viajeros también estarán exentos. También quedarán exonerados del pago las personas que se alojen en la ciudad por noche o más, al igual que las personas que tengan una segunda residencia en Venecia. Sin embargo, todos aquellos que estén exentos de la tarifa aún deberán registrar su viaje en línea; y dejar muy en claro que tipo de visita realizarán.

 

En estos últimos días han surgido más detalles sobre el costo de entrada y los días en los que se aplicará. Para empezar solo será de aplicación durante temporada alta, cuando las autoridades calculan que Venecia siempre es más visitada, y tendrá un costo de 5 euros (4,30 libras esterlinas, 5,40 dólares) por persona.

Muchos creen que ese costo, relativamente económico, servirá para para cubrir el costo que generará el sistema de reservas, en lugar de generar reales beneficios. Esto se debe a que el impuesto pretende simplemente desalentar a los visitantes en los días en los que que la ciudad está más llena. Esto se produce después de que la Unesco anunciara que estaba considerando agregar Venecia a su lista de ciudades en peligro, en parte debido a los daños causados ​​por el alto número de turistas. Claramente, Venecia está en la lista de ciudades en riesgo, pero para protegerla en el futuro, estas medidas parecen un paso necesario, pero no contundente. Para salvar a la ciudad se requiere de mucho más.

 

Venecia no es el único lugar que intenta combatir el exceso de turismo. Ámsterdam lanzó recientemente una campaña publicitaria para reprimir a los turistas ruidosos, y Bali ha implementado múltiples medidas, como la prohibición de escalar montañas y el uso de motocicletas en la isla. 5 euros resulta más que razonable para intentar proteger a una de las joyas más bellas de la humanidad.